2. No es una cuestión de Felicidad sino de justicia
Y de la manera que está establecido para los
hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio…
Hebreos 9: 27
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos
de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se
arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle
levantado de los muertos.
Hechos 17: 30 – 31
La principal razón por la cual el Señor tuvo que hacer un
plan redentor fue la caída y la culpabilidad del hombre ante su imposibilidad
de cumplir la ley de Dios. Pensar que el plan de Dios para con nosotros es
darnos riquezas, felicidad, salud, tranquilidad es un error gravísimo en la
doctrina y si usted hasta el día de hoy pensaba así, le recomiendo que
considere seriamente las razones que lo llevaron al cristianismo y los
fundamentos de la Fé.
La palabra dice que solo el que ha nacido de
nuevo puede ver el reino de Dios. (Juan 3:5) la promesa no es para quienes han
sido felices, o famosos, o realizados, o ricos en la Tierra. Dios manda a todos
los hombres que se arrepientan y crean en el Hijo de Dios porque esto será lo
único que los salvará el día del juicio. En Lucas 12: 13-21 se nos da un
ejemplo de un hombre rico y realizado, pero pobre para con Dios.
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para
muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo:
Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Lucas 12: 19-21
No aprovecharán las riquezas en el día de la ira;
Mas la justicia librará de muerte.
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