domingo, 7 de octubre de 2012

LA SALVACIÓN - II


LA SALVACIÓN 

(segunda parte)



La oración de Fe

La oración de Fe es una práctica común en la iglesia tradicional de hoy en día, pero ¿puede realmente una oración salvar a una persona? La oración de Fe es el principal objetivo que persiguen los cristianos cuando salen a evangelizar, y mientras más personas la hagan, más efectiva es la cruzada evangelística. Pero la realidad es un poco distinta.

La oración de Fe realmente no tiene ningún antecedente bíblico. No encontramos en la palabra que haya sido practicada por Jesús, Juan el Bautista o por los apóstoles. Quienes la predican toman el versículo de Romanos 10: 8, donde tampoco se da a entender explícitamente que se tenga que hacer una oración para ser salvo. Por otra parte, la oración de Fe ha remplazado paulatinamente uno de los ritos que si están establecidos en la palabra: el bautismo.

“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.  Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?  Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Hechos 2: 37 - 38

En este pasaje Pedro después de predicar indujo a la gente al bautismo una vez ésta se había arrepentido, no los invito a pasar al frente y a repetir una pequeña oración. Unos versículos mas adelante dice que 3 mil personas fueron añadidas ese día después de bautizarse:

“ Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
Hechos de los Apóstoles 2: 41

El bautismo

El bautismo es finalmente la culminación de la obra de un evangelista, es el verdadero anhelo de quien ha predicado el evangelio: llevar a los nuevos creyentes al bautismo. Pero de la misma manera que en la oración de Fe, el bautismo es meramente un acto religioso si no se ha comprendido el evangelio.

­Una vez, ya después de haber comprendido nuestra posición delante de Dios y profundamente arrepentidos, solo nos queda preguntarnos ¿Qué haremos?[1] Y la respuesta es: solo nos queda nacer del agua y del Espíritu. Para entender este asunto, debemos saber que hay dos tipos de bautismo mencionados en la palabra: El bautismo de Juan el bautista y el bautismo de Jesús.

Hay que entender que el bautismo que predicaba Juan y el que enseñaban los apóstoles[2] era un poco diferente al que se enseñó después, porque el Señor no había muerto y resucitado, este bautismo solo preparaba las sendas, pero luego el bautismo debía ser en nombre del Señor Jesucristo para ser identificados con su muerte y resurrección.

El Bautismo de Juan

Juan tenía una función específica que cumplir antes que el Señor fuera manifestado y era “enderezar las sendas”[3]; esto es, predicar el arrepentimiento y perdón de pecados. Veamos:

“Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados…”
Lucas 3: 3

El bautismo de Juan consiste en la inmersión en agua del nuevo creyente, y su función es concedernos el perdón de los pecados cometidos anteriormente, un niño no puede ser bautizado porque no tiene conciencia de lo bueno y lo malo y por lo tanto no ha cometido pecado, el bautismo es el momento cuando Cristo toma el lugar que nos correspondía y somos sepultados juntamente con él en su muerte:

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
2 Corintios 5: 21
 
 Para entender este pasaje, hay que leerlo de esta manera:  “Al que no conoció pecado (ósea a Jesucristo), por nosotros (el Padre) lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”. Esto quiere decir que Jesús, quien nunca cometió pecado y fue justo y recto delante de Dios, tomo el lugar que nos correspondía a nosotros para que fuéramos justificados; es decir que el tomo nuestro lugar de pecadores y nosotros tomamos el suyo como si nunca hubiéramos pecado, ¿no es esto maravilloso? ¿Que nuestros pecados no sean tomados en cuenta? ¿Qué alguien que jamás pecó, lleve en su propia carne nuestro castigo?


“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.”
Romanos 6: 4

Éste es el bautismo, ser sepultados con Cristo y nacer en una vida nueva, es el sello de la Fe, nuestra plena identificación con quien llevó nuestro pecados en la cruz[4], quien intercede ante el Padre a nuestro favor[5], quien nos salvara en el día del juicio y nos dirá: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo[6].

¿Que es nacer en una vida nueva? Es la vida que solo produce un legítimo arrepentimiento, por eso dijo Juan El bautista: “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (mateo 3: 8) y ¿en que consisten estos frutos de arrepentimiento? Dice la escritura:

“Y la gente le preguntaba (a Juan el Bautista), diciendo: Entonces, ¿qué haremos?[7] Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?  El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.” 
Lucas 3: 10: 14

Un legítimo arrepentimiento solo produce un cambió de vida, una verdadera conversión un agradecimiento profundo con quién te ha perdonado como veíamos en la parábola de los dos deudores, un amor verdadero. El bautismo sincero debe ir acompañado de un cambio de vida.

 “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” 

Marcos 3:16

En este pasaje, en propias palabras del Señor Jesús nos da a entender que para el creyente es un requisito ser bautizado. El bautismo debe ser inmediato, una iglesia que exige un curso para bautizarse o que posterga el bautismo definitivamente no es un buen lugar para bautizarse. Y una iglesia que no se preocupa por el bautismo inmediato de sus seguidores, que puede esperar al siguiente encuentro o retiro espiritual confiados en una pequeña oración, es definitivamente una iglesia que no ha sido establecida en buenos fundamentos o los ha ido dejando pasar poco a poco.

No es necesario un lindo paisaje, ni una gran cena, ni hacer una gran fiesta,  es suficiente en una tina llena de agua donde pueda haber una inmersión. Hoy en día está muy de moda viajar hasta el rio Jordan a bautizarse, pero esto no es más que un acto religioso y de vanidad (no juzgo a quienes lo hacen si lo hacen sinceramente, pero definitivamente es un acto innecesario), lo importante no es en donde, lo importante es tomar la determinación de hacerlo. Como vemos en la conversión del Eunuco. 

“ Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.” 

Hechos de los Apóstoles 8: 36 – 38[8]

Quiero llamar la atención a un detalle del pasaje de Marcos leído anteriormente.  El pasaje dice: El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” No dice que el que no fuere bautizado no será salvo, solamente dice que el que no creyere. Lo que salva no es el Bautismo, es la Fe. El bautismo es un requisito para el creyente y una vez se ha recibido el evangelio debe bautizarse, pero hay una excepción para aquellas personas que creyeron pero no alcanzaron a bautizarse, por ejemplo cuando la persona que recibió el evangelio esta en un hospital, imposibilitada de salir o moverse. Hay que entender que estas son excepciones que no quebrantan la regla, pero que no son excusas para nosotros; en la biblia tenemos el caso de 4 hombres, que su Fe era tan grande que vieron la necesidad de quitar el techo para llevar a un paralitico para ser sanado[9]. Si esta gente fue capaz de quitar el techo, creo que no podremos excusarnos fácilmente, pero un hermano maduro comprenderá las razones que lo lleven a hacer una excepción.




[1] Hechos 2:37
[2] Juan 3: 22
[3] Mateo 3:3; Lucas 3: 4-6
[4] 1 Pedro 2:24
[5] 1 Juan 2:1
[6] Mateo 25: 34
[7] Hechos 2: 37
[8] Leer todo el contexto. Hechos: 8: 26-40
[9] Marcos 2: 1:12

2 comentarios:

  1. Apreciado hermano amor,paz,gracia y temor de Dios nos inunde en referencia a estos temas, tengo dos puntos para escribir.

    En primera medida cuando haces referencia a la oración de fe, es cierto que explicitamente no esta escrito, pero la referencia de Romanos 10 8, dice claramente "Cerca de ti esta la palabra,en tu boca y tu corazón". Esto lo interpreto con temor de Dios, en que existe un primer momento en el cual cada uno de nosotros experimenta en su vida una conexión del Espíritu, con nuestro espíritu, alma y cuerpo y se nos es revelado el mismo Señor y esto crea como consecuencia, la fe que existe en nosotros sea descubierta por cada uno individualmente, esto ocurre en algunas ocasiones con estas oraciones de fe o en otras como tu dices en el momento de bautismo o en otros momentos que el Señor le place y dispone. Después dice " que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levanto de los muertos, seras salvo."
    Esta parte es clara en que si lo anterior ya sucedió no es difícil declarar delante del Señor (no necesariamente delante de una congregación) quien es su Señor y Salvador, en conclusión la oración de Fe, nace como necesidad innegable en nuestras vidas de declarar de que quiero ser salvo.

    Esto comúnmente no pasa de inmediato, pero si al Señor le place lo puede hacer, es por esto que mi segundo punto esta en el capitulo del Eunuco en donde es cierto que el Eunuco al llegar a un lugar donde había agua pidió ser bautizado.
    Pero antes por misericordia del Señor con este Eunuco, permitió que Felipe llegara a el y fuera guiado directamente por el Señor, para que le explicara de quien hablaba el profeta que el leía y que le anunciara el evangelio de Dios.Es por esto que no puedo compartir que en la iglesia hablando como cuerpo sea criticada por tratar de darle algo de tiempo prudencial (claro esta) para explicar en que consiste y que compromiso adquieres con el mismo Señor al bautizarte, aun así no voy contra el inmediato bautismo, siempre y cuando el Espíritu del Señor sea el quien ha guiado a los implicados.

    Amado hermano no es que quiera contradecirte pero es mi forma de verlo y espero que me tengas paciencia con lo que digo.

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  2. Hola hermano, gracias por tu comentario y tu cordial respuesta.

    Efectivamente no estoy de acuerdo con tu punto de vista, pero creo que tenemos algo en común y es lo mas importante; y es que nosotros debemos conducir a las personas a una fe genuina, no a hacer una pequeña oración o a bautizarse, estas cosas no sirven si la Fe no es genuina, son meros actos religiosos.

    pero si la Fe es genuina como tu dices, esa persona confesará automáticamente que Jesús es el Señor y también vera la necesidad de bautizarse.

    Muchas gracias de nuevo por tu comentario y comenta otras publicaciones por favor! Dios te bendiga.

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